PROGRAMAS DE SOPORTE

Asistencia Integral al Paciente

PATOLOGIAS

TODAS
HEREDITARIAS
ADQUIRIDAS
CONGENITAS
LISOSOMALES
INMUNOLOGICAS
ONCOLOGICAS
METABOLICAS
SISTEMICA ESQUELETICAS
HEMATOLOGICAS
GASTROINTESTINALES
TIPOS DE PATOLOGÍAS

Enfermedades y trastornos que presentan la particularidad de poder transmitirse a la descendencia, es decir de padres a hijos, a través de la transmisión de los genes que las provocan. dependiendo del tipo de herencia que se dé: es posible que sea portador de un gen recesivo que en él o ella no desencadene la aparición de la enfermedad, pero esta puede llegar a desarrollarse en los descendientes.

Es importante tener en cuenta que enfermedades genéticas y enfermedades hereditarias no son necesariamente sinónimas. Y es que aunque toda enfermedad hereditaria es genética, lo cierto es que la relación inversa no siempre tiene porqué darse: existen enfermedades genéticas que surgen de mutaciones de novo, espontáneas, que aparecen sin que existan antecedentes familiares.

Las enfermedades lisosomales son trastornos hereditarios que se producen por la incapacidad de degradar las macromoléculas por un defecto funcional específico. Esta disfunción provoca la acumulación de macromoléculas en el lisosoma y es la causa de la enfermedad. Las cuáles se caracterizan por un déficit enzimático específico, la y la acumulación de los compuestos no degradados en diferentes órganos y tejidos que ocasionan la disfunción de éstos. 

Una enfermedad autoinmune es una condición patológica en la cual el sistema inmunitario se convierte en el agresor que ataca y destruye a los propios órganos y tejidos corporales sanos.

Normalmente, el sistema inmune distingue lo propio de lo extraño y nos defiende de agentes externos como los virus o bacterias. En las enfermedades autoinmunes, existe una respuesta inmune exagerada que destruye los propios órganos y tejidos corporales sanos. 

El sistema inmune deja de reconocer lo propio y genera un auto-ataque de los constituyentes del individuo, actuando como si estos fueran agentes extraños al mismo.

Existe un componente hereditario (ciertas combinaciones genéticas) y factores ambientales que son desencadenantes para activar finalmente el sistema inmunitario. Estos son muy variados e incluyen: infecciones, fármacos, vacunas o inmunizaciones, alimentación, deficiencias nutricionales, toxinas como el tabaco o agentes químicos, factores psicológicos, hábitos higiénicos, socioeconómicos, sanitarios, cambios hormonales y factores climáticos, entre otros.

El cáncer se origina por el crecimiento celular incontrolado en alguna parte del cuerpo. La trasformación de las células normales en células cancerosas surge como consecuencia del daño del ADN, dando lugar a células incapaces de controlar su crecimiento y división.

Esta división puede formar masas o tumores visibles en los órganos donde se originan, y que denominamos tumor primario.

Además, las células cancerosas tienen la capacidad de invadir órganos vecinos a su lugar de origen y la de diseminarse por la sangre o la linfa a zonas distantes y crecer en ellas, originando tumores secundarios que conocemos como metástasis.

Son trastornos que se evidencian cuando las reacciones químicas necesarias para garantizar el equilibrio y el bienestar del cuerpo se ven afectadas.

Pueden afectar el equilibrio de los glúcidos, de los nucleótidos, de los lípidos, los equilibrios acidobásico, iónico, osmótico, hídrico, mineral, fosfocálcico, vitamínico. Pueden ser hereditarias o adquiridas.

Además, las células cancerosas tienen la capacidad de invadir órganos vecinos a su lugar de origen y la de diseminarse por la sangre o la linfa a zonas distantes y crecer en ellas, originando tumores secundarios que conocemos como metástasis.

Es una enfermedad sistémica esquelética que se caracteriza por una disminución de la masa ósea y un deterioro de la microarquitectura de los huesos, lo que supone un aumento de la fragilidad de los huesos y del riesgo de sufrir fracturas.

Son aquellas que afectan la producción de sangre y sus componentes, como los glóbulos rojos, glóbulos blancos, la hemoglobina, las proteínas plasmáticas, el mecanismo de coagulación (hemostasia), etc. Las cuales pueden ser congénitas o adquiridas.

Son aquellas que atacan el estómago y los intestinos; en general, son ocasionadas por bacterias, parásitos, virus y ciertos alimentos, aunque algunos medicamentos también pueden provocarlas, como también ocurre cuando falta parte del intestino delgado o lo han extirpado durante una cirugía. Como resultado, los nutrientes no se absorben apropiadamente en el cuerpo.

Los trastornos neurológicos son enfermedades del sistema nervioso central y periférico, es decir, del cerebro, la médula espinal, los nervios craneales y periféricos, las raíces nerviosas, el sistema nervioso autónomo, la placa neuromuscular, y los músculos.