En un primer comienzo es asintomática. Una vez que los huesos ya iniciaron su proceso de debilitamiento podrían reconocerse los siguientes signos y síntomas:

  • Dolores de espalda.
  • Pérdida de estatura con el tiempo.
  • Postura encorvada.
  • Fractura de algún hueso sin una causa esperable.

Es una disminución de la densidad de masa ósea. Así, los huesos se vuelven más porosos, aumenta el número y el tamaño de las cavidades que existen en su interior.

Se vuelven más frágiles, no resisten los golpes y se rompen con mayor facilidad.

  • Edad: a mayor edad más probabilidades.
  • Sexo: las mujeres tiene más posibilidad de padecer la enfermedad.
  • Contextura física: los cuerpos más pequeños tienen menos masa ósea por lo que son más propensos a sufrir los síntomas
  • Antecedentes familiares.
  • Personas con bajos niveles de calcio, o que consuman medicamentos derivados de corticoides (ya que interfieren en el proceso de reconstrucción ósea).

1 de cada 3 mujeres tiene osteoporosis y las probabilidades aumentan en mujeres de más de 50 años o post menopáusicas