Existen diversas manifestaciones de esta enfermedad, entre ellas:

  • Agrandamiento de la cabeza.
  • Engrosamiento de los labios, nariz ancha y fosas nasales ensanchadas
  • Lengua protuberante.
  • Voz ronca y grave.
  • Tamaño o forma anormal de los huesos u otras irregularidades óseas.
  • Distensión abdominal (como resultado del agrandamiento de los órganos internos).
  • Diarrea crónica.
  • Bultos de color blanco en la piel similares a pequeñas piedras redondeadas.
  • Rigidez articular.
  • Conducta agresiva.
  • Retraso en el crecimiento.
  • Retraso en el desarrollo (demoras para comenzar a caminar o hablar).
  • En la mayoría de los casos hay compromiso del sistema nervioso central.

La enfermedad es progresiva y crónica por lo que debe tratarse cuanto antes.

Es una enfermedad genética hereditaria de depósito lisosomal. Es causada por la deficiencia de una enzima llamada iduronato-2-sulfatasa (I2S), que complica la descomposición y reciclado de sustancias, mucopolisacáridos, o glicosaminoglicanos (GAG).

Afecta principalmente a los hombres y se transmite de una generación a la siguiente.

Si un hombre tiene una copia anormal del gen I2S, desarrollará el síndrome de Hunter.

Las mujeres pueden portar una copia anormal del gen I2S y no manifestar síntomas (sólo pueden manifestar síntomas si heredan dos alelos mutados), aunque si lo trasmiten a su descendencia.

El síndrome de Hunter (MPS II) afecta a una cantidad estimada alrededor de 1/162.000 recién nacidos vivos. Dado que el síndrome de Hunter es un trastorno heredado (recesivo ligado al cromosoma X) afecta principalmente a los hombres.